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El termostato (termostato) es un elemento esencial de sistemas de calefacción por suelo radiante. Su tarea es detener o reanudar el suministro de corriente eléctrica cuando se alcanza una determinada temperatura en la habitación. No utilizar termostatos provocará el sobrecalentamiento de los cables y las alfombrillas de infrarrojos. El resultado es una avería del suelo radiante, hinchazón del revestimiento del suelo y una reparación importante garantizada.

Tipos de termostatos:

1. Mecánico: equipado con una unidad de control de temperatura. El control es manual, es imposible programar el tiempo de encendido/apagado del sistema. Se distingue por su fiabilidad y precio económico.

2. Digital: equipado con una pantalla y botones con los que el propietario del apartamento ajusta la temperatura de los elementos calefactores.

3. Programable: en estos termostatos se pueden configurar los parámetros para encenderlos/apagarlos durante una semana, teniendo en cuenta el modo familiar. A menudo se controlan desde teléfonos inteligentes y tabletas mediante un sistema de acceso remoto. Son caros, pero cubren totalmente los costes de instalación.

Beneficios de Termostatos programables

La principal ventaja de estos dispositivos es la comodidad. El usuario ha programado los parámetros que necesita una vez y el sistema los mantendrá durante todo el período de funcionamiento. Los sensores del dispositivo son sensibles a los cambios de temperatura. Esto le permite lograr un ahorro de energía del 50 al 70%.

Características de los termostatos programables:

1. Modo noche/día – la diferencia entre ellos es de hasta 5 grados.

2. Modo 7: el usuario configura el modo de funcionamiento del suelo radiante durante la semana. Y el propio sistema regula la calefacción, apagando cables resistivos o películas de infrarrojos.

3. Modo 5+2: un programa funciona entre semana y otro los fines de semana.

Los termostatos de última generación permiten programar los parámetros de funcionamiento de un suelo radiante para cada día de la semana. Además, los fabricantes equipan sus productos con varios programas integrados y el propietario no tiene que preocuparse por la configuración, sino que simplemente elige una opción conveniente.

Los termostatos más caros están equipados con Wi-Fi. Se controlan mediante aplicaciones para dispositivos móviles. Esto le permite regular y controlar el proceso de calefacción de un apartamento o casa de forma remota. Estos termostatos suelen estar conectados al sistema Smart Home.